Después de 45 años de convivencia con su esposa, la periodista Gloria Moreno de Castro, Germán Castro Caycedo se fue dejando un legado de 25 libros y más de 1.000 programas de televisión con el recordado ‘Enviado Especial’. Estas cifras no solo hablan de un trabajo prolífico, tanto en el ejercicio literario como en la producción de audiovisual, sino también de un método. No es posible alcanzar estos niveles de producción sin tener un manual de procedimiento en la cabeza, sin rutinas y sin una disciplina cuyos resultados verifican.
Germán Castro Caycedo tenía la capacidad de trabajar en cualquier espacio, aunque prefería, desde hace algunos años, hacerlo directamente desde su casa. El ruido no le impedía su proceso creativo, pues, según él mismo afirmaba, en una sala de redacción no era posible evitarlo. Sin embargo, se tomaba el tiempo necesario para contrastar fuentes, revisar la gramática y encontrar el adjetivo preciso.
Las entrevistas las transcribía él mismo y lo hacía con el método más antiguo, un dispositivo que ralentizaba la grabación y que le permitía hacer la tarea en detalle. Consultaba con expertos en cada disciplina: para describir las cavernas, un espeleólogo, para usar referencias del canto de las aves, a un ornitógolo; incluso acudía al artista David Manzur para definir los colores del mar y de la selva. Los detalles eran fundamentales para escribir, así como los testimonios y las conversaciones con los habitantes de los lugares que visitaba.
Él dejó en esta página web una serie de recomendaciones para los periodistas y escritores de crónica (click aquí para leer: ‘Crónica y Estrategia’). En el texto, escrito de su puño y letra, destaca la importancia de investigar sobre el espacio y también ofrece pautas muy importantes para describir los colores, entre otros factores claves.
Esto fue lo que dijo Gloria Moreno sobre el método del escritor: