La obra del gran escritor Germán Castro Caycedo es inseparable de toda una experiencia de vida al lado de dos mujeres que lo acompañaron en su trasegar por el ejercicio del periodismo. En esta entrevista, dirigida por Pablo Bohórquez, se explora una dimensión íntima del eterno ‘Enviado Especial’, exaltando su legado periodístico y su arrolladora personalidad.
Desde los inicios de su carrera, Gloria Moreno, también periodista, compartió con él las primeras jornadas en El Tiempo, donde comenzó a gestarse no solo una complicidad profesional sino una vida en común. De esta relación, nacería su hija Catalina Castro, arquitecta, quien creció acompañando los procesos creativos de su padre y terminó por convertirse en su mayor admiradora y en la autora del libro biográfico Mi padre Germán Castro Caycedo, una crónica íntima que recoge las memorias familiares del cronista y que ya va por su segunda edición bajo el sello de Editorial Planeta.
Gloria, reconocida por su trayectoria en medios y por liderar proyectos tan importantes como Medios para la Paz, aparece en este texto como protagonista, quien fungió como consejera permanente de Germán. A ella acudía en busca de observaciones, correcciones y comentarios antes de entregar sus textos finales. Fue su primera editora, su crítica de confianza y quien tuvo un papel decisivo en algunos momentos de su obra, desde la elección de títulos como Mi alma se la dejo al diablo, hasta revisiones de estilo y estructura.
Fue esta la historia que buscó Bohórquez, conectando este aspecto de la intimidad de Castro Caycedo y su familia con un compañero, conocedor y admirador de la obra, el reputado periodista Gonzalo Guillén, quien con sus investigaciones se ha mantenido vigente en Colombia a través de una gran producción bibliográfica y otras publicaciones en medios alternativos.
El programa, que se publica habitualmente en YouTube, reunió a Gloria Moreno y Gonzalo Guillén para conversar sobre la vida del escritor, su obra y las memorias que dejaron los años compartidos con él.
Gloria evocó los inicios de su relación con Germán, cuando lo conoció siendo ella una joven reportera recién llegada a El Tiempo, admiradora del cronista que había leído durante sus años de bachillerato. La sorpresa de encontrarlo no como el personaje inalcanzable que imaginaba, sino como un hombre sencillo, dedicado y meticuloso, marcó el inicio de una relación que se extendió por décadas.
Recordó también los momentos más difíciles que atravesaron juntos, como el accidente que sufrió Germán en Rusia durante la investigación para uno de sus libros. Una caída comprometió su cráneo y lo obligó a permanecer en cama durante días en un hospital público de Moscú, donde Gloria estuvo a su lado, cuidándolo y acompañándolo hasta su recuperación.
Por su parte, Gonzalo Guillén compartió su propia experiencia de conocer y trabajar con Germán:
«A Germán Castro lo conocí en El Tiempo, cuando yo leía mi primer trabajo de la vida que fue allá. Pero ya lo conocía porque lo leía desde que estaba en mi bachillerato. O sea, que llegar a El Tiempo y tener a Germán Castro en ese lugar, escribiendo, para mí era alucinante, era increíble. Yo creía que Germán Castro tenía como un piso entero para él, secretarias y todo eso. No, era un tipo sin saco escribiendo ahí, a máquina. Recorriendo el país, conociendo el país, explorando», recordó.
Guillén destacó, además, el valor pionero de algunas de sus investigaciones, como la cobertura sobre la Ruta Libertadora —donde Germán registró cómo el abandono estatal mantenía a los pobladores en condiciones muy similares a las de la época de Bolívar—, y su trabajo sobre el Cerrejón, una investigación temprana sobre corrupción, impacto ambiental y violación de derechos de comunidades indígenas que hoy sigue vigente.
En la conversación también se habló del Germán familiar, del hombre obsesionado por la estética, no solo en la escritura, sino también en su vida cotidiana. La precisión científica de sus descripciones, el cuidado por los detalles y su mirada minuciosa no terminaban en sus textos; se extendían a su hogar, a su manera de habitar los espacios, a la sobriedad y el minimalismo que definían su entorno.
Catalina, quien inspiró con sus letras este instante, creció rodeada de escritores, periodistas y libreros. La librería Enviado Especial, que formó parte de su vida familiar, fue otro de los gestos que mantuvieron siempre vigente la obra de su padre. Desde allí, desde ese amor por los libros, surgió también su impulso por escribir y por dejar testimonio de la vida del cronista a través de su propia voz.
Durante la transmisión, además, se extendió una invitación abierta a quienes conserven grabaciones del programa Enviado Especial. Coleccionistas, seguidores y público general pueden contribuir enviando fragmentos o capítulos al correo electrónico sebuscaenviadoespecial@gmail.com. El propósito es recuperar y compartir ese material a través del canal oficial de YouTube, para que nuevas generaciones puedan acceder a la obra audiovisual de Germán Castro Caycedo, una parte invaluable de la historia del periodismo y la televisión en Colombia.
La entrevista completa con Gloria Moreno y Gonzalo Guillén está disponible en nuestras plataformas digitales, como un testimonio de quienes conocieron de cerca no solo al periodista incansable, sino también al hombre que dejó una huella imborrable en la vida de quienes lo rodearon.