Catalina Castro Blanchet, hija del periodista Germán Castro Caycedo, fue entrevistada por Laura Galindo, editora cultural de RTVC Noticias, para hablar sobre su libro Mi padre, Germán Castro Caycedo.
En esta conversación, Catalina comparte detalles sobre la creación del libro, las enseñanzas que le dejó su padre, y el reciente homenaje que RTVC rindió al periodista al inaugurar una sala de redacción en su nombre. A continuación, la entrevista completa:
Laura Galindo (LG): Hola a todos, bienvenidos a Noticias Culturales. Hoy suceden dos cosas muy importantes. La primera es que en RTVC Noticias, en el Sistema de Medios Públicos, inauguramos la sala de redacción Germán Castro Caycedo. Y la segunda, que mi invitada de hoy es la autora de este libro, Mi padre, Germán Castro Caycedo, Catalina Castro.
Catalina Castro Blanchet (CCB): Laura, muchas gracias. Me hiciste lagrimear con esa canción. Gracias.
LG: La escogí porque tengo entendido que era una de las que le gustaba a Germán Castro Caycedo.
CCB: Sí, le gustaba. Creo que, además, él siempre hizo las cosas a su manera. Y al escribir este libro, yo también le dije: “Papá, esta vez yo también voy a hacer las cosas a mi manera”. Entonces, me llega al alma, me emociona mucho. Gracias.
LG: Qué bonito. Este libro, de alguna manera, tiene una estructura epistolar, ¿no? Son cartas, además de los textos de Germán Castro Caycedo, y hay unos códigos QR para leer sus columnas. También hay unas cartas entre usted y él que son muy emotivas. ¿Cómo llegó a ese formato y cómo fue el proceso?
CCB: La idea era escribir este libro con mi papá, hacerlo a cuatro manos. Yo no soy escritora, soy arquitecta, así que estaba tranquila, pero mi papá se me fue antes de empezar a escribir. Estuve mucho tiempo buscando una estructura para legitimar mi voz, porque ya no funcionaba la tercera persona. Encontré una secuencia rota entre la última semana de mi papá y su vida. Las cartas fueron una manera de dejar entrar su pluma en el relato de una forma más íntima. Mi papá y yo tuvimos una relación epistolar que duró toda la vida, desde el día de mi nacimiento, cuando él me escribió la crónica de ese día.
LG: Gracias a esas crónicas maravillosas y a todos esos libros, Germán Castro Caycedo se convirtió en un referente para todas las generaciones de periodistas que lo hemos seguido. Y tanto es así, que ahora le rendimos homenaje en nuestra sala de redacción. Tengo entendido que esto fue una sorpresa para usted.
CCB: Exactamente, no teníamos ni idea. Agradezco en nombre de mi papá este gran homenaje. Sé que, desde donde esté, estará acompañando e iluminando a estos periodistas con este oficio tan noble y tan importante en el país.
LG: Hay un capítulo dedicado a las Fuerzas Armadas y otro a los paramilitares. Siempre nos han dicho que el periodismo debe ser objetivo, pero lo hacen seres humanos, así que es difícil lograrlo. ¿Cómo manejaba Germán Castro Caycedo ese equilibrio?
CCB: Mi papá siempre dijo que la objetividad no existe en la medida en que hay seres humanos de por medio. Existe la precisión y el equilibrio, y la forma de llegar a eso es mostrar todas las caras de un problema, desde la guerra hasta la Colombia profunda. Eso es parte de su metodología y una de sus grandes enseñanzas. Aplicó este principio a lo largo de sus 60 años de ejercicio profesional en todos los medios que tocó.
LG: Germán Castro Caycedo se metió en lugares muy peligrosos. Como niña o adolescente, ¿era consciente de esos riesgos? ¿Cómo lo manejaban en familia?
CCB: Creo que nunca se manejó como tal. Para mí, mi papá no era Germán Castro Caycedo, era simplemente mi papá. Las situaciones de riesgo las enfrentamos en familia, pero muchas de ellas las vine a descubrir escribiendo este libro. Creo que sí me protegieron, pero también creo que mi papá nunca tuvo miedo. Siempre decía que sus armas eran la independencia y mostrar el país desde todos los ángulos. Eso lo respetaban todos los sectores, incluso cuando lo criticaban.
LG: ¿Tiene algún libro favorito de su padre?
CCB: Mi libro favorito es El Cachalandrán Amarillo, aunque no es de los más conocidos. Me liga mucho a mi padre porque recoge mitos y leyendas de Colombia. Son 26 relatos. Para ese libro viajé con él a varios rincones a escuchar a juglares contarnos esas historias. Es el libro que tengo al lado de mi cama porque es mi papá contándome historias antes de dormir para ahuyentar mis miedos.