‘Con Bacile en las venas’, un cuento de antología y salto a la ficción de Catalina Castro Blanchet

‘Con Bacile en las venas’, un cuento de antología y salto a la ficción de Catalina Castro Blanchet

La autora de Mi padre, Germán Castro Caycedo participó por primera vez en una antología de cuentos. Durante la presentación de ‘Si esta señorita supiera que me estoy muriendo’, Catalina habló sobre su cuento ‘Con Bacile en la venas’, la escritura desde el cuerpo, el duelo y las voces que habitan lo invisible.


La tarde del sábado 3 de mayo, Catalina Castro Blanchet compartió escenario con el editor Alejandro Alzate en la Librería México, como parte de la programación de FilBo Ciudad, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá. Fue un encuentro íntimo en torno a la antología ‘Si esta señorita supiera que me estoy muriendo’, que reúne a más de una docena de autores y autoras latinoamericanos. Para Catalina, fue un momento profundamente significativo: “Es la primera vez que un cuento mío se publica y no puedo dejar de repetirlo”, dijo con emoción.

El cuento que marca este debut literario lleva por título Con Bacile en las venas, y, como explicó la autora, nació en un momento de conflicto interno, “cuando mi cuerpo y mi mente estaban en guerra”. Desde ahí —desde la enfermedad, la vulnerabilidad, y también desde el duelo por la pérdida de su padre, Germán Castro Caycedo— surgió una narración atravesada por lo invisible: “Inventé a Bacile para narrar lo invisible. Como muchos de los cuentos aquí, traté de darle voz a lo que normalmente no la tiene”.

En el cuento, una mujer enferma resiste el peso de un diagnóstico médico a través de la presencia inesperada de un bacilo que habla. Lejos de buscar el dramatismo, Catalina elige narrar la enfermedad desde la imaginación: “Porque la imaginación también es una forma de resistencia”. Bacile se convierte así en metáfora: esa voz pequeña, extraña, interna, que es capaz de defendernos cuando todo lo demás parece derrumbarse. La autora logra articular el plano simbólico con la vivencia física del dolor, y explorar cómo el cuerpo resiente también lo que ocurre en el plano emocional: el duelo, la pérdida, el vacío.

Durante la conversación con Alzate, Catalina reflexionó sobre cómo, sin que se lo propusiera, el cuento está marcado por los procesos de despedida. “Escribir fue también una forma de escuchar lo que me estaba pasando por dentro, incluso si no sabía cómo nombrarlo”.

La publicación de este cuento representa, además, su entrada al terreno de la ficción, tras un recorrido profundo en la no ficción con la escritura del libro ‘Mi padre, Germán Castro Caycedo’. A partir de una investigación rigurosa de casi una década, Catalina reconstruyó en ese libro la trayectoria periodística y literaria de su padre, una obra que forma parte de la historia contemporánea de Colombia. La autora consiguió narrar esa vida desde una voz propia, con una prosa depurada, de gran riqueza narrativa, en la que dialoga con el estilo de crónica de Germán, sin imitarlo, y construyendo un retrato humano y profesional que también es íntimo y colectivo.

Ese trabajo de largo aliento fue acompañado por la periodista Gloria Moreno, madre de Catalina y “primera editora” de toda la vida de Germán Castro Caycedo, su esposo. Gloria fue una lectora implacable y cuidadosa, consejera y cómplice editorial tanto del padre como de la hija. Además de su influencia literaria y su pasión por la narrativa clásica, Gloria fue fundadora de la librería Enviado Especial, un espacio que marcó a Catalina desde pequeña. Allí, entre estantes, títulos y lectores, se forjó también su relación con la literatura, más allá de la inmensa biblioteca familiar.


Cuerpo en conflicto y huella emocional

La huella emocional es también lo que une los relatos de la antología. Sin haber impuesto un tema, Alzate logró reunir textos que comparten preocupaciones profundas: el cuerpo como territorio, el duelo como energía subterránea, el mandato familiar, los vínculos fracturados. Catalina lo dijo así: “Quizás, en nuestras escrituras, hay temas que vuelven como agua subterránea, que brotan incluso cuando no los buscamos”.

Con Bacile en las venas se ubica entre los cuentos que exploran el cuerpo como campo simbólico de conflicto, la pérdida como impulso narrativo y las relaciones familiares como tejido complejo de heridas, lealtades y silencios. Con una mezcla de sarcasmo, sensibilidad y precisión, Catalina logra crear un relato que se inscribe en la voz de su generación, pero también en la memoria de lo que se ha perdido.

Al cierre, los asistentes conversaron sobre los cruces entre lo personal y lo político, y Catalina invitó a leer el libro “como quien se asoma a una herida que no es solo propia, sino compartida”. Una presentación donde la ficción, el cuerpo y la memoria se entrelazaron para contar, desde lo íntimo, lo que a veces el periodismo no alcanza a decir.