‘Mi padre, Germán Castro Caycedo’: presentación del libro en la FILBo 2025

‘Mi padre, Germán Castro Caycedo’: presentación del libro en la FILBo 2025

Catalina Castro Blanchet presentó su libro en la FILBo 2025, en conversación con la periodista Cecilia Orozco Tascón. La charla abordó la vida, el oficio, las advertencias y los métodos de uno de los cronistas más influyentes del país.

El pasado 4 de mayo, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, Catalina Castro Blanchet presentó Mi padre Germán Castro Caycedo, una obra escrita desde la memoria, la intimidad y el reconocimiento. La acompañó la periodista Cecilia Orozco Tascón, quien condujo un diálogo pausado, lleno de matices, sobre la trayectoria del hombre que durante décadas recorrió los territorios más olvidados del país para narrarlos con precisión y profundidad.

La autora compartió anécdotas personales, episodios periodísticos y fragmentos de la historia reciente que su padre investigó con la convicción de que para contar a Colombia había que caminarla. El libro recoge, entre otros elementos, un intercambio epistolar entre padre e hija, que sirve de hilo conductor para reconstruir los múltiples viajes —físicos y emocionales— que marcaron la vida de Germán.

Lo que emergió en la conversación no fue solo el perfil de un periodista aguerrido, sino el retrato de un visionario que anticipó transformaciones sociales, conflictos geopolíticos y desastres ambientales, cuando muy pocos se atrevían a decirlos en voz alta.

La selva como origen

Catalina abrió la conversación evocando la infancia de su padre en Zipaquirá. Allí, en una antigua hacienda llamada Villa Elvira, un gran portón cerrado con candado ocultaba un bosque denso y misterioso. Ese paisaje marcó el imaginario de Germán desde muy pequeño y lo llevó, a los siete años, a escribir un cuaderno que tituló Ciencias, en el que dibujaba la selva y la describía desde su perspectiva infantil.

Esa fascinación por la manigua no se quedó en el papel. Décadas más tarde, su primer viaje al Amazonas le dio sentido simbólico a aquella imagen de infancia. “Él me contaba que, cuando llegó, dejó su maletín tirado y se dejó absorber por esa amazonia. En ese momento sintió que esa reja de Villa Elvira se abría de par en par”, narró Catalina.

La selva fue para Germán un territorio de verdad. “Se dejó cautivar por las culturas y defendió la sabiduría indígena”, dijo su hija. Y no fue una frase: esa decisión ética se reflejó en su forma de escribir, de entrevistar y de denunciar.

Una historia detrás de cada libro

Uno de los ejemplos más reveladores sobre su método periodístico fue Mi alma se la dejo al diablo, una obra que tuvo cuatro versiones antes de llegar a la definitiva. Germán incluso llegó a contratar un avión para avanzar en la reconstrucción de los hechos.

Según Catalina, fue en un momento inesperado —mientras observaban cómo los murciélagos cazaban insectos en la ribera del río— que alguien mencionó conocer a la hermana del desaparecido protagonista. Ese hallazgo, casi fortuito, dio inicio a una investigación que marcó un hito en la literatura de no ficción en Colombia.

La anécdota ilustra el rigor y la persistencia de Germán, pero también su apertura al azar, su intuición y su compromiso con la verdad de los hechos, por difíciles que fueran de encontrar.

El Cerrejón: advertencias tempranas y censura empresarial

En los años ochenta, Germán Castro Caycedo fue uno de los primeros en denunciar los impactos ambientales del megaproyecto minero de El Cerrejón. Acababa de firmarse el contrato con la multinacional Exxon y todos los contratos de ejecución fueron adjudicados a compañías estadounidenses.

“Mi papá anunció desde entonces la repercusión que iba a tener sobre el medio ambiente. En las aguas, por ejemplo, vimos la desviación del río Ranchería”, relató Catalina. Y no solo lo dijo una vez: lo reiteró en libros posteriores, como Nuestra guerra ajena.

Las consecuencias no tardaron en llegar. Enviado Especial fue trasladado del horario estelar a las once de la noche. RTI, la programadora que lo emitía, dejó de recibir importantes volúmenes de pauta. “Fue un momento en el que el Grupo Gran Colombiano había entrado a RTI controlando la libertad de prensa. Fernando Gómez Agudelo y mi papá hicieron caso omiso y continuaron las investigaciones”, aseguró Catalina.

Jaime Bateman y el secuestro que terminó en entrevista

Catalina compartió uno de los episodios más recordados de la carrera de su padre: su secuestro por parte del M-19. La intención era que Germán llevara una carta al presidente Julio César Turbay. Cuando le quitaron la capucha, se encontró frente a Jaime Bateman Cayón, quien se identificó como jefe del grupo insurgente.

“Mi papá le respondió: ‘Yo no soy emisario de nadie. Si quiere mandar un mensaje, lo vamos a hacer de la manera que yo sé hacerlo: con una entrevista’”, recordó Catalina. Durante los tres días de retención, Germán lo entrevistó, tomó fotografías y construyó una serie de crónicas que fueron publicadas, sin edición, por El Siglo, bajo la dirección de Álvaro Gómez Hurtado.

Fue entonces cuando el país conoció por primera vez el rostro y el pensamiento del jefe del M-19.

Narcotráfico: Pablo Escobar alcanzó a ordenar su asesinato

Las primeras investigaciones de Germán sobre el narcotráfico se remontan a los años setenta, cuando documentó el incipiente cultivo de marihuana en la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá. Pero ya entonces intuía la magnitud del fenómeno.

“El narcotráfico va a cambiar todo en este país. Se va a infiltrar en nuestros valores, en la política, en la economía… en todo”, advertía en 1980. Catalina relató cómo su padre se reunió al menos diez veces con Pablo Escobar como parte de la preparación para una entrevista que nunca llegó a concretarse.

Era un trabajo peligroso. Para protegerse, Germán usaba claves, billetes partidos, palabras secretas. En la última cita, algo no cuadró: el contacto habitual fue reemplazado por otro y falló el santo y seña. No asistió. Años después, supo que Escobar había ordenado matarlo. El sicario estaba contratado y el arma lista.

La guerra ajena y la disputa por el agua

Germán fue uno de los primeros periodistas en denunciar el uso del herbicida Paraquat para la erradicación de cultivos. Aunque estaba prohibido en Estados Unidos, era vendido a Colombia. Esa investigación marcó el inicio de una preocupación creciente por los efectos ambientales y humanos de la guerra contra las drogas.

En Nuestra guerra ajena, publicada en 2014, advirtió sobre los intereses reales detrás de ese conflicto. Según él, el siglo XXI estaría marcado por la disputa por el agua y los recursos naturales. Catalina recordó que en 2024, Donald Trump ordenó suspender el suministro del río Colorado a México, dejando a miles de personas sin agua potable. “Él ya lo había dicho: quien controle el agua controlará la economía universal”.

También alertó sobre los intereses de Estados Unidos en el Acuífero Guaraní, el Amazonas y los lagos de la Patagonia. Todo esto, afirmaba Germán, era parte de una estrategia conocida como Offensive South.

Gloria Moreno: una fuerza presente en toda la historia

Hacia el final de la conversación, Cecilia Orozco destacó la presencia silenciosa pero decisiva de Gloria Moreno, madre de Catalina y esposa de Germán. Aunque no tiene un capítulo propio, está presente en los momentos cruciales del libro.

“Yo no creo en la pareja ideal, porque eso no existe. Pero ellos fueron un equipo. Se contaron todo, se acompañaron en todo. Hasta en los momentos más difíciles, libraron las batallas como pareja… y como familia”, dijo Catalina.

Concluyó diciendo que, aunque el libro lleva el nombre de su padre, también es un homenaje a su madre. “Él no hubiera sido quien fue si no hubiera estado con ella”.

Un periodismo que no cabía en los márgenes

‘Mi padre, Germán Castro Caycedo’ no es solo una memoria familiar, ni una biografía sentimental. Es una reconstrucción crítica de país, contada desde adentro. Catalina rescata la forma de hacer periodismo que su padre defendió hasta el final: con los pies en el terreno, sin filtros, sin intermediarios, sin prisa.

En tiempos de sobrecarga informativa y pérdida de profundidad, su testimonio invita a recuperar esa mirada aguda que supo anticipar lo que estaba por venir. Y también a reconocer que Germán Castro Caycedo, aún hoy, sigue siendo una brújula para entender a Colombia.

Vea el video completo de la presentación en la FILBo 2025 aquí:

En ‘Palabras Mayores’ Gloria Moreno y Gonzalo Guillén recuerdan a Germán Castro Caycedo

En ‘Palabras Mayores’ Gloria Moreno y Gonzalo Guillén recuerdan a Germán Castro Caycedo

La obra del gran escritor Germán Castro Caycedo es inseparable de toda una experiencia de vida al lado de dos mujeres que lo acompañaron en su trasegar por el ejercicio del periodismo. En esta entrevista, dirigida por Pablo Bohórquez, se explora una dimensión íntima del eterno ‘Enviado Especial’, exaltando su legado periodístico y su arrolladora personalidad.

Desde los inicios de su carrera, Gloria Moreno, también periodista, compartió con él las primeras jornadas en El Tiempo, donde comenzó a gestarse no solo una complicidad profesional sino una vida en común. De esta relación, nacería su hija Catalina Castro, arquitecta, quien creció acompañando los procesos creativos de su padre y terminó por convertirse en su mayor admiradora y en la autora del libro biográfico Mi padre Germán Castro Caycedo, una crónica íntima que recoge las memorias familiares del cronista y que ya va por su segunda edición bajo el sello de Editorial Planeta.

Gloria, reconocida por su trayectoria en medios y por liderar proyectos tan importantes como Medios para la Paz, aparece en este texto como protagonista, quien fungió como consejera permanente de Germán. A ella acudía en busca de observaciones, correcciones y comentarios antes de entregar sus textos finales. Fue su primera editora, su crítica de confianza y quien tuvo un papel decisivo en algunos momentos de su obra, desde la elección de títulos como Mi alma se la dejo al diablo, hasta revisiones de estilo y estructura.

Fue esta la historia que buscó Bohórquez, conectando este aspecto de la intimidad de Castro Caycedo y su familia con un compañero, conocedor y admirador de la obra, el reputado periodista Gonzalo Guillén, quien con sus investigaciones se ha mantenido vigente en Colombia a través de una gran producción bibliográfica y otras publicaciones en medios alternativos.

El programa, que se publica habitualmente en YouTube, reunió a Gloria Moreno y Gonzalo Guillén para conversar sobre la vida del escritor, su obra y las memorias que dejaron los años compartidos con él.

Gloria evocó los inicios de su relación con Germán, cuando lo conoció siendo ella una joven reportera recién llegada a El Tiempo, admiradora del cronista que había leído durante sus años de bachillerato. La sorpresa de encontrarlo no como el personaje inalcanzable que imaginaba, sino como un hombre sencillo, dedicado y meticuloso, marcó el inicio de una relación que se extendió por décadas.

Recordó también los momentos más difíciles que atravesaron juntos, como el accidente que sufrió Germán en Rusia durante la investigación para uno de sus libros. Una caída comprometió su cráneo y lo obligó a permanecer en cama durante días en un hospital público de Moscú, donde Gloria estuvo a su lado, cuidándolo y acompañándolo hasta su recuperación.

Por su parte, Gonzalo Guillén compartió su propia experiencia de conocer y trabajar con Germán:

«A Germán Castro lo conocí en El Tiempo, cuando yo leía mi primer trabajo de la vida que fue allá. Pero ya lo conocía porque lo leía desde que estaba en mi bachillerato. O sea, que llegar a El Tiempo y tener a Germán Castro en ese lugar, escribiendo, para mí era alucinante, era increíble. Yo creía que Germán Castro tenía como un piso entero para él, secretarias y todo eso. No, era un tipo sin saco escribiendo ahí, a máquina. Recorriendo el país, conociendo el país, explorando», recordó.

Guillén destacó, además, el valor pionero de algunas de sus investigaciones, como la cobertura sobre la Ruta Libertadora —donde Germán registró cómo el abandono estatal mantenía a los pobladores en condiciones muy similares a las de la época de Bolívar—, y su trabajo sobre el Cerrejón, una investigación temprana sobre corrupción, impacto ambiental y violación de derechos de comunidades indígenas que hoy sigue vigente.

En la conversación también se habló del Germán familiar, del hombre obsesionado por la estética, no solo en la escritura, sino también en su vida cotidiana. La precisión científica de sus descripciones, el cuidado por los detalles y su mirada minuciosa no terminaban en sus textos; se extendían a su hogar, a su manera de habitar los espacios, a la sobriedad y el minimalismo que definían su entorno.

Catalina, quien inspiró con sus letras este instante, creció rodeada de escritores, periodistas y libreros. La librería Enviado Especial, que formó parte de su vida familiar, fue otro de los gestos que mantuvieron siempre vigente la obra de su padre. Desde allí, desde ese amor por los libros, surgió también su impulso por escribir y por dejar testimonio de la vida del cronista a través de su propia voz.

Durante la transmisión, además, se extendió una invitación abierta a quienes conserven grabaciones del programa Enviado Especial. Coleccionistas, seguidores y público general pueden contribuir enviando fragmentos o capítulos al correo electrónico sebuscaenviadoespecial@gmail.com. El propósito es recuperar y compartir ese material a través del canal oficial de YouTube, para que nuevas generaciones puedan acceder a la obra audiovisual de Germán Castro Caycedo, una parte invaluable de la historia del periodismo y la televisión en Colombia.

La entrevista completa con Gloria Moreno y Gonzalo Guillén está disponible en nuestras plataformas digitales, como un testimonio de quienes conocieron de cerca no solo al periodista incansable, sino también al hombre que dejó una huella imborrable en la vida de quienes lo rodearon.

Así fue la inauguración de la sala de redacción ‘Germán Castro Caycedo’ de RTVC Noticias

Así fue la inauguración de la sala de redacción ‘Germán Castro Caycedo’ de RTVC Noticias

Nota original y fotografía destacada de RTVC Sistema de Medios Públicos.

“Para contar bien, entre otras cosas, hay que tener abundancia de información. Si hay superávit, no es necesario inventar nada. De eso se trata el periodismo”.

Germán Castro Caycedo

Era el mediodía del 29 de agosto de 2024. Cables, grúas, micrófonos y cámaras ocupaban cada rincón de lo que sería la nueva sala de redacción de RTVC. La atmósfera estaba cargada de expectativas, mientras los periodistas se preparaban para continuar el legado de periodismo auténtico, desde las regiones y el territorio desde esta nueva sala, como siempre lo soñó Germán Castro Caycedo.

A las seis de la tarde, la emoción se apoderaba del lugar. Periodistas, colaboradores y empleados de todas las marcas de RTVC Sistema de Medios Públicos llegaban al recinto, acompañados por el sonido de la música que anunciaba el inicio de algo especial.

Laura Galindo, periodista cultural de RTVC Noticias, con su carisma y simpatía, comenzó a mostrar lo que sería la futura sala de redacción. En medio de los escritorios, donde se tejen las historias que informan al país, se encontró con Óscar Emilio Bustos, discípulo de Germán Castro, quien describió al maestro como un hombre de grandes lecciones, que siempre alentaba a ir al lugar de los hechos para vivir un periodismo auténtico y visceral.

Después de las palabras de Bustos, llegó el momento de revelar al arquitecto de esta sala de redacción. Hollman Morris, gerente de RTVC, afirmó: “El país estaba en mora de hacerle un homenaje a un gran ser humano y a un gran periodista como lo fue Germán Castro Caycedo”.

Minutos después, Morris se colocó detrás de un mural de Germán Castro y, sentado frente a los micrófonos de Radio Nacional, dio la bienvenida a Gloria Moreno, la compañera de Germán durante más de 40 años. Gloria subrayó la importancia de las salas de redacción y la necesidad de recuperar la pasión por el periodismo, destacando, como lo hizo Morris, que este oficio está en crisis.

También estuvo presente Gustavo Castro Caycedo, periodista y hermano de Germán, quien destacó la labor de Hollman Morris como gerente del Canal Capital, afirmando que Morris nunca sacrificó la verdad por conveniencia. Gustavo tildó a su hermano como el cronista más importante que ha tenido Colombia; como el mejor cronista que ha tenido el país en la historia.

Finalmente, en medio del noticiero de las 7 de RTVC, la familia de Germán—Gustavo, Gloria y su hija Catalina—inauguró la sala de redacción más grande y digna de Colombia.

“Que sea un espacio de inspiración, de compromiso, de trascendencia, de ejercer este oficio tan bello con mucha pasión, con mucha ética», finalizó Gloria Moreno, cortando una cinta con los colores de la bandera del país.

“Cuando el periodismo deja un poco su frialdad, no crea opinión, crea pasión. Ahí está el exceso”, concluyó Germán Castro Caycedo.