RD homenajea a [Castro] Caycedo

RD homenajea a [Castro] Caycedo

Publicado originalmente en el diario ‘El Nacional’ de República Dominicana bajo la firma de Rafael Sossa.

Esta columna se escribe fuera del lapso de entrega, que es los martes, gracias a la disciplina del editor de Semana, Christian Oviedo. Se escribe sábado en la noche con su autor acabando, agotado, una jornada en la XXVI Feria Internacional del Libro 2024, en cuyo programa resaltan dos homenajes no anunciados por parte del pueblo lector dominicano al periodista Germán Castro Caycedo (EPD), considerado en su país y fuera de él como uno de los mejores periodistas, (calificación que le ha dado su colega de oficio Gabriel García Márquez (EPD).

Una de las invitadas colombianas a la Feria del Libro, Catalina Castro Blanchet, su hija, arquitecta de profesión, ha llegado al país a presentar su libro ‘Mi padre, Germán Castro Caycedo’ (Editorial Planeta 2022), escrito con el amor de la hija que le ama y la conciencia de la trascendencia de su labor a favor de la sociedad colombiana desde los medios de comunicación.

En la tarde, temprano, a las cuatro, dentro del programa La Feria Fuera de Casa, se produjo una presentación-conversatorio del libro  en el Colegio Dominicano de Periodistas, en la cual la autora intercambió con dos interlocutores nacionales, Edith Febles y Manuel Quiterio (quien siendo joven estuvo en Colombia  y conoció el trabajo de Castro Caycedo) y a las siete, en el  auditorio Museo de Arte Moderno, se desarrolló la presentación oficial del libro, con notable asistencia de público dominico-colombiano y el respaldo del embajador colombiano en el país, el  escritor Darío Villamizar Herrera.

Catalina Castro Blanchet, notablemente emocionada por la acogida  recibida por la reivindicación internacional que ha logrado del legado de su padre, un periodista cuya carrera exhibe diversas precedencias, como del haber sacado las cámaras de televisión de la capital colombiana para reportar la vida, esperanzas y angustias de los campesinos de las más aisladas zonas de las provincias y montañas, por medio de su programa Enviado Especial (22 años al aire), 26 libros de gran crónica escritos a partir de sus entrevistas e investigaciones, 12 premios nacionales colombianos de periodismo, cuatro premios internacionales y una extensa muestra de éxitos en su ejercicio.

Al final de esta presentación, se hicieron dos homenajes inesperados: el artista Cristian Hernández (reconocido por su rol de caricaturista de El Nacional y El Día) realizó un dibujo de gran terminación estética que le fue entregado a Castro Blanchet. Lo recibió impactada por la sorpresa.

Inmediatamente después, el presidente de Logomarca, Lorenzo Gómez Marín, entregó una placa con el rostro de Germán Castro Caycedo grabada en láser y un libro de firmas que le expone el respaldo de quienes asistieron al acto a la labor del comunicador colombiano.  Fue una jornada de justicia y honor. Emociones y sorpresas, todo en un solo acto.

Germán Castro Caycedo… el justo marco de su vida

Germán Castro Caycedo… el justo marco de su vida

Texto publicado originalmente en joserafaelsosa.com.

Ponencia de José Rafael Sosa, presentando la vida y obra de Germán Castro Caycedo, con motivo de la puesta en circulación de libro: Mi padre, Germán Castro Caycedo, de Catalina Castro Blanchet, en el marco de la XXVI Feria Internacional del Libro de Santo Domingo 2024. Sábado 9 de noviembre 2024. con la coordinación de la embajada de Colombia en República Dominicana.

Germán Castro Caycedo, fue un periodista colombiano que nos dejó el 15 de julio de 2021, tras una larga, larga carrera como periodista.

Es noble y desafiante la tarea de presentar lo que fue su vida, y como se le ha proyectado como “el mejor periodista de Colombia”. Habría que adentrarse en profundidades conceptuales y determinar hasta dónde es exactamente procedente esta cualificación.

La frase que se ha empleado como apelativo para convocarlos a esta actividad, es bella, atractiva, bien pensada y provocadora, pero creo que no es ni posible, ni real.  

El apelativo es atractivo, profundo y hermoso…

Pero es parcialincompleto y desequilibrado, porque como este comunicador, hay, afortunadamente  otros en esta nación hermana.

Decir que un profesional de la comunicación es el mejor de cualquier país, incluido el nuestro, es un riesgo que nadie debería correr y alimentarse con cuchara vacía.

Colombia, como todos los demás países, ha tenido y tiene, excelentes periodistas, algunos mas destacados que otros.

Pero cada uno de esos profesionales, tras una larga carrera, -si tiene las condiciones – puede ser destacado como “uno de los mejores”, o integrante en la dimensión “de los mejores”. Cada uno de ellos es un caso particular, específico, único.

Castro Caycedo es uno de los mejores, de eso no hay dudas por lo que fue y por lo que hizo, por los precedentes que estableció. Por la forma en que enfrentó los riesgos provenientes de las altas instancias de un gobierno corrupto, desde los vericuetos clandestinos del narcotráfico, o desde el campo abierto de las unidades de autodefensa, razón social que encubre la nominación de los sicarios.

Y bien que podríamos hablar de quién fue, donde nació, cuantos libros de crónicas periodísticas escribió, cuales precedentes establecido para hacer de la televisión colombiana un medio que refleja integralmente tanto su pueblo como su país. Sus libros de crónicas fueron 26 y sus ventas, astronómicas, sin ser ficción.

Podríamos relatar cuantos premios de periodismo ganó.  En Colombia fueron 12. E internacionales, cuatro.

Pero es ese su legado: ¿cifras, premios, referencias mediáticas?

No. Desde luego que no.

La vida de Germán Castro Caycedo implica un aporte que trasciende lo medible por unas cifras y unos parámetros tan terrenales como limitados.

Siendo como fue, uno de los periodistas más socialmente trascendentes de Colombia, esa la de todos los climas, la del mejor café del mundo, la del fútbol envidiable y goleador, ¡la de esas ciudades en las que usted grita Poeta! y le responden 50 personas, la del país con librerías abiertas a medianoche, la herencia que dejó al pueblo latinoamericano y en particular a sus periodistas, se resume en dos palabras de mucho mayor significado: compromiso e inspiración.

Ese es su legado.  Esa y no otra, es su importancia.

Fue como el de otros muchos, capaz de establecer las bases de una escuela de periodismo digno, servicial, de una sola cara, de un solo rostro.

Este hombre representa una carrera tanto integral como impecable.

Su labor no se puede definir como la más importante de la carrera periodística en Colombia.

No sería justo para con hombres y mujeres que pusieron tanto empeño como él, en transformar la comunicación en una herramienta de encuentros y superación humana.

La carrera de Castro Caycedo es única en sus parámetros y precedencias establecidas.

El periodismo en Colombia nace con la publicación del Aviso del Terremoto y de la Gaceta de Santafé (1785), publicaciones que sólo se editaron una vez, pero que mostraron los conocimientos y aptitudes de quien es considerado el padre del periodismo. colombiano, Manuel del Socorro Rodríguez, de nacionalidad cubana,fundador del Papel periódico de la ciudad de Santafé, primer periódico oficial de la capital y uno de los más importantes de la época en Latinoamérica. La primera publicación fue el viernes 9 de febrero de 1791 y, sin interrupción, aparecieron 265 números de ocho páginas.

Los periodistas colombianos más importantes:

Jorge Zalamea Borda (Bogotá, 8 de marzo de 1905 – 10 de mayo de 1969) fue un escritorpoeta, crítico, traductor, y periodista colombiano. En su obra demuestra vigor, intensidad y amplia riqueza lingüística. Es una figura notable dentro del ámbito cultural colombiano por su alta mordacidad e ironía. Entre sus obras más reconocidas se encuentran El sueño de las escalinatas (1) y El Gran Burundú-Burundá ha muerto.

Emilia Pardo. Fue cofundadora y miembro de la junta directiva de redacciones como El Tiempo, El Espectador y El Siglo, y fue la única mujer entre 11 hombres del Círculo de Periodistas de Bogotá. Su carrera duró 27 años​, dejando como legado a los colombianos alrededor 400 escritos con temas totalmente variados, desde la política hasta el amor y el baile.

Emilia murió en el Edificio Cudecom, de la Avenida Caracas con Calle 19, en Bogotá, a los 54 años, luego de un infarto fulminante, pero dejo vivo el ejemplo de un periodismo disruptivo y sarcástico hecho por una mujer.

Jaime Garzón.  Académicamente se graduó en la carrera de derecho y ejerció un tiempo como abogado, esa misma preocupación por la situación política lo hizo salir a la luz en la televisión colombiana con sus opiniones duras pero llenas de chistes, a lo que se le llamaría su característico “humor político”.

El 13 de agosto de 1999 fue asesinado por dos sicarios cerca de los estudios de la emisora donde trabajaba, siendo otro de los grandes periodistas colombianos silenciados por el narcotráfico e ignorados por la corrupción política del país.

Sin embargo, en Colombia aún se recuerda la imagen de aquel periodista que, a pesar de estar amenazado, no dudo ni un segundo en contar la realidad trágica de su país con un poco de humor. ).

Soledad Acosta de Samper., El 5 de mayo de 1833 nació Soledad Acosta de Samper, en 1858 entró en el mundo del periodismo siendo corresponsal en Europa para periódicos en Bogotá, regresó a la capital en 1864 y empezó a escribir novelas que con el tiempo se convertirían en novelas históricas.

Su nombre fue olvidado por mucho tiempo tras su muerte el 17 de marzo de 1913, sin embargo, gracias a investigadores y escritores, la literatura, historiográfica y la periodista Soledad de Samper logró recuperar el importante reconocimiento de sus grandes novelas.

A lo largo de su vida escribió 27 novelas, numerosas biografías, estudios históricos y dos manuales de historia patria, mientras escribía, sobre temas de religión simultáneamente continuaba escribiendo sobre la situación de las mujeres, haciendo traducciones y escribiendo ficción que quedarán en la historia y la mente de los colombianos.

Guillermo Cano. Una de las casas editoriales que identifican al periodismo colombiano es El espectador. Director de esta desde 1950, siendo uno de los periodistas que luchó en contra del narcotráfico que tanto auge tenía en la época, por sus investigaciones periodísticas fue asesinado a manos de sicarios del cartel de Medellín en 1986.

Creció en el mundo del periodismo por su familia, y murió siendo periodista por vocación. Se encargó de denunciar aquellas irregularidades y delitos que el país atravesaba, y usó su poder como director y dueño de un gran medio para dar a conocer al mundo una realidad cruda y tratada bajo cuerda. Una de las denuncias más grandes e importantes y por la cual su vida se puso en riesgo fue la edición del 25 de agosto de 1983 de El Espectador, donde junto a María Jimena Duzán publicaron un documentó de 1976 en donde demostraba que el entonces congresista Pablo Escobar sí tenía un “pasado” ligado al narcotráfico.

Juan Roberto Vargas . El director de Noticias Caracol, ha tenido una larga trayectoria en su ejercicio profesional, en el que se ha destacado por sus cubrimientos como en el Vuelo 203 de Avianca, la muerte de Luis Carlos Galán, la fuga de Pablo Escobar. Ha estado en diferentes medios de comunicación en Colombia y Panamá.

Pero…volvamos, para cerrar, a Germán Castro Caycedo, cuya memoria y obra periodística nos convoca esta noche. La importancia de referir, de hacer de él nuestro objeto de atención, es la cualidad de reproducir su ejemplo, de inculcar sus valores a las nuevas generaciones periodísticas latinoamericanas y del mundo.

El enseñó un método de ser y una manera de estar en la dinámica social como entes capaces de motivar la transformación y la superación de las condiciones de nuestras comunidades y sus conciencias. No tuvo que ir, como no fue nunca, a ninguna escuela de periodismo.

El creó su concepto docente propio y lo desarrolló a lo largo de su carrera.

Nuestro agradecimiento a Catalina Castro Blanchet, por entregarnos esta obra de trascendencia y acomodada en sabor infinito del amor.

A ella, gracias.

José Rafael Sosa.